Durante una hora, los representantes locales en el rally de la zona, compartieron momentos particulares, con la emoción de niñas y niños, que desde que escucharon el rugir del Clio en el patio del Jardín, se revolucionaron. El clima acompañó de gran manera para disfrutar la actividad, no solo en el aula sino también al aire libre. 

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La primera parte de la visita consistió en una charla en una de las salas, sobre la seguridad en competencia (casco, buzo anti flama, cinturones, matafuegos, jaula antivuelco, etc.), hábitos saludables y la preparación física para afrontar las carreras con diferentes temperaturas, condiciones del piso, clima, etc.

Luego fue el momento de ir al patio para ver el auto y escuchar algunas aceleradas en el recinto del jardín y la calle, que captó la atención hasta de vecinos que estaban o pasaban por la zona. Acompañados por el medio local de difusión del deporte motor, Mótor GP, los deportistas locales acercaron el rally a los más chiquitos.

Para cerrar la jornada, las “seños” y directivos le entregaron un presente a Bavastro y Bastidas y se fueron con el recuerdo imborrable de que los nenes los despidieran a coro alentando por “pikachu”, ya que el piloto les dijo que el auto se llamaba como el personaje de Pokemon.